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De la tierra al cielo – columna editorial de CulturaMezcal – Capítulo 5

julio 22, 2022

Por Javier Solorzano

CULTURA MEZCAL

Pero volvamos a la tierra, a nuestro México, el origen que inspiró este proyecto que cumple ocho años. El camino de aprendizaje ha sido tan complejo como el mezcal mismo y nuestro objetivo ha sido el de conectar al productor, al maestro, directo con el cliente final. Con los años fuimos armando nuestra plataforma, desde la exportación, importación, distribución, promoción y hoy lanzando nuestra tienda ONLINE.

Trazar el camino que el “sol líquido” o mezcal recorre desde las montañas de la sierra Mixteca con su contenido único de esencias, su viaje marítimo y su recorrido por diversos países de Europa hasta llegar a paladar de un cliente siempre dispuesto, es sin duda fascinante. Pero encontramos resistencias, en un principio se vivía un declive de la fama de las bebidas alcohólicas industrializadas y el mezcal por sus cualidades resultaba para los expertos de la industria europea, un producto demasiado caro. Ahí entendimos la famosa frase de que lo importante es conocer el valor de un producto, para entender su precio. Los primeros mezcales que llevamos estaban a 48 grados y los grandes distribuidores con sus colmillos afilados nos decían que era una locura intentar vender el producto en esta gradación ya que su precio ascendía demasiado.

Para los que no saben, el precio elevado del mezcal se debe a que su producción es limitada por ser artesanal y además se trata de un alcohol muy especial que no proviene de frutos de temporada, si no que implica consumir la planta entera tras varios años de crecimiento. La lógica es totalmente opuesta a la de la mayoría de los destilados y esto nos planteaba el reto de justificar ese costo. Sin duda en México hay una percepción de que el mezcal se “ha encarecido” por culpa de la avaricia de algunos “hípsters” que lo han puesto de moda, pero aprovecho para aclarar, que si bien el precio del mezcal DEBE ser caro comparativamente a las bebidas industriales, en México lo es por un exceso de impuestos que elevan el precio hasta un 70%. Cuando exportamos no pagamos estos impuestos, pero los costos de transporte, almacenaje e impuestos en Europa, terminan haciendo que una botella de Oaxaca a la CDMX cueste lo mismo que a Barcelona. Hoy hay un fuerte movimiento para pedir al gobierno de México que modifique esta situación para ajustarla y beneficiar a los productos artesanales mexicanos.

Otro obstáculo que encontramos fue la mala costumbre de beber el tequila “de golpe” o por shot. En España particularmente se acostumbran los “chupitos” que es una cortesía del bartender utilizando el alcohol más barato de la barra. Por ello comenzamos a modificar esta costumbre, pidiendo a los bartenders que no le llamasen chupito si no copa y que de preferencia lo sirvieran en copas más serias -a falta de crucesitas- y explicaran al cliente como beberlo a besos, a sorbos. Cosas tan simples hacen la diferencia, sobre todo cuando les llega la cuenta. Igualmente tuvimos que convencer a muchos europeos traumatizados por alguna pésima borrachera con mal tequila, que el mezcal era totalmente distinto, sin duda nos costó con los que tuvieron intoxicaciones muy fuertes, lograr que las superaran en los mejores casos.

El mezcal se comprende en la tierra que lo produce y el viaje a “la meca” es indispensable para todos los que quieren iniciarse de verdad. Nada como probarlo en el palenque, donde todo hace sentido, donde todos los sentidos entienden la sencilla complejidad de esta bebida esencial. En estos años hemos trabajado de la mano de las marcas y sus productores, conocido sus palenques y vivido experiencias extraordinarias para intentar comunicarlas y sembrar la semilla en los corazones mezcaleros de miles de personas que al descubrir el mezcal, ya no beben otra cosa. Como siempre digo, ONCE YOU GO MEZCAL, YOU NEVER GO BACK.

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